También conocidas como epicicloidales ya que los engranajes están dispuestos en forma de un eje central (solar), planetarios y corona externa. Un sistema hidráulico (actualmente controlado electrónicamente) se encarga de frenar los distintos engranajes logrando así el paso de marchas. El acople entre el motor y la caja es mediante el convertidor de par, un sistema hidráulico sellado con dos turbinas, donde la que viene del motor acelera el fluido haciendo girar la otra, como un ventilador encendido puede hacer girar a otro apagado, si se los enfrenta. Así se obtiene un acople suave, pero muy poco eficiente comparado con la unión sólido de un embrague.