En 1987, la palabra clave en el desarrollo del nuevo Corolla fue calidad. Para los ingenieros, era esencial que este nuevo vehículo no solo satisficiera a sus dueños, sino que los cautivara. Se propusieron más de 2.000 mejoras a más de 100 fabricantes de componentes para elevar el rendimiento del vehículo, desde la reducción de los niveles de ruido a la introducción de materiales blandos al tacto en el tablero.