Fibra de carbono
Los autos de competición tienen que ser ligeros, pero deben soportar grandes esfuerzos como aceleración, frenado, cargas laterales, fuerza de los alerones, y obviamente choques. Adicionalmente, a inicios de los 80s el efecto suelo había generado un problema extra ya que los propios chasis tenían producir grandes cargas aerodinámicas y se deformaban. Para ello fue necesario recurrir un nuevo material.