Sí, sabemos que no se trata de un auto de lujo, pero teníamos que incluir al pequeño Beetle y su florero en el tablero. Cómo olvidar ese florero… si la marca intentaba llegar a un público masculino, con este detalle seguro que no lo logró.
La intención de esto era que hacía referencia al Escarabajo original que ofrecía esta opción pero fabricada en cerámica y llamada blumenvase. Esta fue una de las primeras veces que se podía personalizar un auto fuera del color exterior y para el renacimiento del Beetle lo retomaron. Algunos dicen que fue un éxito, otros no tanto, pero lo cierto es que hoy en día ya no existe en la nueva generación del Escarabajo. Si tenés un Beetle de primera generación y no tiene el florero, podés adquirirlo en internet pues existen muchos vendedores que tomaron el negocio después de que VW lo abandonara.