Todo un símbolo de los vehículos familiares, de carga y del “espíritu Hippie”. Su producción comenzó el 8 de marzo de 1950. Impulsada por un motor bóxer de cuatro cilindros de 25 CV refrigerado por aire en la parte trasera, con capacidad para cargar 760 Kg y alcanzar una velocidad máxima de 80 Km/h, entre las utilidades del Kombi (o Combi) están su adaptación como ambulancia y como vehículo de bomberos. Su versión original, T1, se fabricó en Alemania hasta el año 1967; mientras que la T2 fue producida en Brasil hasta el año pasado. Para despedirse se lanzó una edición conmemorativa llamada "Last Edition", y el último ejemplar formará parte del museo de vehículos comerciales que tiene la marca teutona en Hannover, quedando así en la memoria de las generaciones futuras.