Son cuatro palancas muy especiales, tanto la del Citroën 2CV como la del Renault 4 salen desde el torpedo, con un esquema que garantizaba la operación solo por parte de un conocedor del modelo, una medida de seguridad muy efectiva, ya que no cualquiera se podía llevar tu auto. Por otro lado, el clásico Jeep Willys posee varias palancas, una para los cambios, otra para la reductora y otra más para acoplar la tracción integral. Un caso aparte es el del Chrysler Imperial, que se destacó (además de por su horrible volante) por poseer una caja automática accionada a botones, una idea muy original pero no tan estética.