Lo que se aprendió de esta versión de alto rendimiento del Ford Taurus, es que a veces un patito feo -feo de verdad– puede llegar a ser un “majestuoso cisne” gracias a su manejo y prestaciones. En este caso se destacó el motor desarrollado por Yamaha, un 3.0L V6 de 220 caballos, para una velocidad máxima de 230 km/h. Ingenieros estadounidenses y japoneses crearon una suspensión más rígida, colocaron frenos a disco en las cuatro ruedas y llantas de aleación, con el fin de darle al Taurus SHO, no solo una increíble perfomance, sino también una apariencia más atlética. No por nada es considerado como uno de los mejores sedanes medianos de su época.