El Lancer es un sedán mediano convencional, sin mucha pasión, pero si le sumamos el nombre Evolution o Evo, estamos hablando de una bestia capaz de asustar a los mejores deportivos.
Pensado originalmente para el Mundial de Rally, el Evolution salió al mercado en 1992 y desde entonces se mantuvo fiel a la tradición de montar un 2.0L turbo y tracción 4WD.
A cada generación se la diferencia con un número romano, y hasta la VII compitió en el WRC, sin embargo, la marca de los diamantes siguió entregando versiones de calle de este bólido hasta la X. La potencia fue en aumento pasando de los 244 CV del primero a 300 caballos en las últimas encarnaciones, pero hay versiones Ralliart en Inglaterra que superan los 400 CV.
Como dato curioso, el Evo que se creó en 1993 estaba destinado sólo para el mercado japonés, pero la alta demanda de importación, llevó al Evolution a traspasar fronteras. Primero en el Reino Unido, luego por varios países de Europa hasta llegar a los Estados Unidos.