El GT40 nace del deseo de venganza de Ford luego de que Don Enzo se negara a venderle su compañía. Enfurecido, Henry II encomendó crear este bólido que por 4 años consecutivos (66 a 69) se mantuvo en el tope del podio de Le Mans, siendo el primer auto Yankee en ganar allí y el segundo más ganador en La Sarthe junto con los Alfa Romeo 8C 2300 y Porsche 956. Su nombre se debe a la conjunción de Gran Turismo y su altura, 40 pulgadas (1016 mm) y siempre será recordado porque también era (y sigue siendo) hermoso. Si bien los modelos ganadores en 1966 (MKII) y 1967 (MKIV que era muy diferente) utilizaban un grueso V8 de 7.0 litros, lo mejor llegó en 1968 y 69 cuando el cambio de reglamento obligó a utilizar el MKI con un V8 de 4.9L. Las dos victorias se obtuvieron con los inmortales colores de Gulf y siempre será recordada la mítica llegada de 1969 bajo el acoso del Porsche 908 de Hans Herrmann y Gerard Larousse.