Productos milagrosos como los lubricantes en aerosol se utilizan también cuando una de las correas del auto empieza a chillar o a hacer ruido. Si bien funciona en un inicio, no soluciona el problema de fondo. Las correas de auto están tensas para que no resbalen y se muevan todas las poleas al mismo tiempo, pero con el tiempo (como son de caucho) tienden a aflojarse, provocando ese muy molesto chillido. Las siliconas y lubricantes en aerosol rehidratan la banda, quitando ese ruido al instante, pero al poco tiempo regresa. Si se vuelve a recurrir a la misma solución se corre el riesgo de que la banda termine rompiéndose, provocando daños en el motor o la molestia de quedarse tirado a la mitad del trayecto. También, estos productos pueden dejar residuos en la banda que ensucian tu motor de caucho o grasa que resulta difícil de quitar. Cuando tus correas empiecen a chillar, andá al mecánico para ver si es posible tensarlas un poco más o si es mejor reemplazarlas.