El impulsor bóxer constituye el diseño tradicional del motor en Porsche. Los cilindros están enfrentados en 180° y colocados algo desplazados entre sí. Con este diseño plano y corto se consigue un centro de gravedad muy bajo y una mejor suavidad de la marcha.
Han hecho historia los motores Porsche refrigerados por aire con cuatro y seis cilindros que se incorporaron en los tipos 356 y 911. Hoy en día se utilizan los de seis cilindros refrigerados por agua, de poco peso y elevada potencia en los modelos Boxster, Cayman y 911. En 1974, Subaru prueba este tipo de motor y al ver sus bondades, no pierde la oportunidad de mercado y los renueva. A partir de 1983, Subaru decidió implementar en todos sus autos de producción el motor bóxer y en 1988 entró a competir al WRC. Este tipo de motor también trascendió con el mítico Escarabajo de Volkswagen, obviamente desarrollado por Ferdinand Porsche.