Para finales de los ´70, casi todos los autos de Rally eran de tracción posterior y con una potencia cercana a los 250 caballos de fuerza. Los modelos más famosos de ese periodo eran el Lancia Stratos (el primer auto construido especialmente para correr), el Fiat 131 Abarth, el Ford Escort MKII, y el Porsche 911 SC.