Puertas adentro el Golf es un típico auto alemán: racional, práctico y perfectamente realizado. Sorprende la calidad de materiales, inclusive en las partes bajas de la cabina, donde modelos del segmento superior ya aplican plásticos de características inferiores.
El diseño en general resulta poco inspirador para un vehículo deportivo, mucho negro, poca fantasía en las líneas y decorados muy sobrios a excepción del grueso volante con formato anatómico, tapizado en cuero y costuras rojas que se replican en la palanca de cambios.
Podés ver la ficha completa de equipamiento en los links que figuran al pie de esta nota; por el momento solo destacaremos que llamó la atención la ausencia de encendido automáticos de luces y limpiaparabrisas, y de sensores de estacionamiento. El estéreo no tiene entrada de USB, pero compensa con ranura SD y gran pantalla táctil que facilita su uso.