Mónaco
El glamour de la Fórmula 1 se concentra en el Gran Premio de Mónaco. La pista fue inaugurada en 1920 por Anthony Noghès y estuvo presente en todas las temporadas de la F1. Debido a sus curvas cerradas y rectas cortas, lo que prima es la habilidad de los pilotos. Las curvas Sainte Devote, Mirabeau, Loews, Poitiers y Tabac son los puntos más críticos de este circuito, ya que un mínimo descuido del piloto puede causarle la muerte. Aquí fallecieron pilotos como Lorenzo Bandini en 1967. Además, se han producido otros graves accidentes como los de Karl Wendlinger (1994), Patrick Tambay en 1984, y Ascari, que cayó al mar en 1955, pero salió ileso (solo para matarse una semana después probando en Monza). Siendo un trazado callejero, se puede recorrer durante el resto del año y se aprecian los pianitos en varias partes de las calles.
El automovilismo latinoamericano tuvo su victoria en 2003, cuando Juan Pablo Montoya ganó a bordo de su Williams/BMW.