Símbolo del lujo inglés, supo lucir su estilo acompañando a James Bond en la mayoría de sus películas. Su parrilla distintiva comenzó a delinearse con el frente tripartito del DB1, que se integró en una sola abertura con el DB2. Luego, los modelos venideros estilizaron esta parrilla dándole horizontalidad y curvaturas, rasgo icónico que se mantiene en los vehículos más modernos, transformando a la parrilla de Aston Martin en una marca registrada del diseño inglés.